Introducción:
El 21 de mayo nos dirigimos
hacia la escuela de Capoeira NAGO. Ubicada en los lindes del óvalo Higuereta,
dicha escuela fue el centro que escogimos para realizar nuestra visita de
observación e interacción con el grupo seleccionado. Al llegar al recinto, nos
contactamos con Gustavo ―profesor de capoeira― y le solicitamos su ayuda para
la realización del trabajo. Amable y atento, nos dijo que sí sería posible el
observar una clase entera y que inclusive tendríamos la oportunidad de
entrevistar a un maestro que se convertiría próximamente en un "formado”
(designación que se emplea para nombrar a los maestros de capoeria con más de
16 años de experiencia).
Al llegar las 5:30 de la
tarde, Gustavo nos hizo pasar al segundo piso del recinto, lugar en dónde se
realizaría la clase de Fernando. Nos dispusimos a subir las escaleras y... ¡Oh
maravilla! Un espectáculo lleno de vida, alegría, fuerza e intensidad tomó
lugar frente a nosotros: la capoeira. Esta bella combinación de danza y artes
marciales es una demostración de fuerza, astucia y sobretodo habilidad no sólo
para la danza; sino también para la simulación de la lucha.
En las líneas siguientes
pasaremos a dar cuenta fidedigna de nuestro periodo de observación.
Tiempo de observación: 50 mins.
Estrategia de observación
desarrollada: en un
principio, realizamos una observación no estructurada. Recogimos datos e
información previa en la formulación de los antecedentes. También tuvimos un
primer contacto (un día antes) con el lugar donde realizaríamos la observación
para darnos una idea del espacio al que nos enfrentaríamos el día siguiente.
Luego, incorporamos esos datos que teníamos a los que recogimos cuando
realizamos la observación estructurada. Así complementamos dichos datos e
informaciones, los cuales se fueron haciendo más precisos. Tuvimos un nivel de
participación “desde fuera”. Si bien tuvimos un contacto directo (entrevista)
con uno de los encargados, esto no sucedió durante el momento de la
observación. Cuando llegamos al lugar informamos los motivos de nuestra
presencia y tratamos de que esta no interfiera con la clase, para ello, nos
situamos en una esquina de la clase.
Descripción de los
sujetos de observación:
Vestimenta: Tanto alumnos como profesores portaban la misma
vestimenta: un polo manga corta blanco y un pantalón del mismo color. El
pantalón iba sujetado con una suerte de cinturón o cordón que tenía un color
diferente para cada uno. El color del cordón representaba el grado de
experiencia que se tiene en este arte. Los más experimentados tenían los cordones de
colores oscuros; como el profesor, cuyo cordón era de color azul (equivalente a
tener
unos 16 años de práctica en la capoeira). Los alumnos, con menos experiencia,
lucían cordones de colores claros (blancos o amarillos)
Personas: Observamos en total a seis personas en la clase de
capoeira: dos hombres y cuatro mujeres. Un hombre, el mayor, era el profesor y
los demás (un hombre y cuatro mujeres) los estudiantes. Estos últimos eran
jóvenes; estimamos que su edad fluctuaba entre los quince y dieciocho años.
Comportamiento
con sus pares: El comportamiento que pudimos apreciar era de
un trato amical, se percibía un ambiente de confianza entre todos. Entre los alumnos
el trato era bastante amigable, como de camaradería: se hacían bromas los unos
a otros, se molestaban, se reían y se ayudaban entre ellos si tenían alguna
dificultad con los ejercicios de capoeira. El trato entre el profesor y los
estudiantes era también amigable y de camaradería, pero se sentía una cierta
distancia marcada por el respeto en todos sus actos. Si bien él y los alumnos
también se reían y bromeaban juntos, al momento de realizar un ejercicio o dar
una orden, todos los alumnos lo escuchaban y obedecían.
Comportamiento
con desconocidos: A decir verdad, el comportamiento que tenían
con personas ajenas a su clase (nosotros) era muy gentil. El profesor no mostró
ningún tipo de cambio en su comportamiento, ni incomodidad por que se le
observara al momento de dar la clase. Toda la clase transcurrió normalmente. En
cuanto a los alumnos podemos decir que no hicieron ningún comentario ni nos
miraron de manera extraña (ni siquiera cuando tomábamos fotos). Nos pareció que
ese comportamiento mostraba una gran disciplina, tanto por parte del profesor
como de los alumnos. Todos estaban muy concentrados en la actividad que
realizaban y no dejaban que nada los perturbara; solamente consagraban su
tiempo y atención en realizar bien sus ejercicios.
Actividades:
identificamos
6 momentos marcados en el transcurso de la clase (ver diagrama).
(1)
En un primer momento, al inicio de la clase,
el profesor se situó frente a la clase (los alumnos estaban formados a manera
de media luna) e indicó lo que se haría en la clase y los distintos ejercicios
que realizarían.
(2)
En segundo lugar, iniciaron con el calentamiento
previo al ejercicio, sobre todo estiramientos. El profesor siguió frente a los
espejos, dándole la espalda a los alumnos. Ellos, situados también frente a los
espejos pero detrás del profesor, estaban en dos filas: la primera de dos
chicas y la segunda de un chico y dos chicas.
(3)
Después del calentamiento, empezaron a
realizar distintos ejercicios: parada de manos y aspas de molino; practicaron,
también, maneras de patear, saltar y esquivar. Los alumnos estaban formados en
un círculo y el profesor estaba en el centro. Él se paseaba de alumno en alumno
corrigiendo la manera de realizar los distintos ejercicios que el proponía.
Mientras el hacía esto, los alumnos continuaban practicando los ejercicios.
(4)
Luego de realizar estos ejercicios,
comenzaron las «peleas». Todos se situaron alrededor del círculo marcado en el
piso. Primero, realizaron el ejercicio dos alumnas. Después, el profesor y el
único alumno. Luego, el profesor y otra alumna. Finalmente, dos alumnas. Dichas
peleas no fueron muy elaboradas, puesto que se trataba de una clase intermedia.
Se realizaban distintas patadas y golpes, las que el oponente esquivaba y
seguía con un ataque. Algo que destacó en todas las peleas fue el saludo entre
los dos «oponentes» al principio.
(5)
Terminadas las peleas, y antes te terminar la
clase, todos realizaron estiramientos. El profesor volvió a situarse frente al
espejo, de espaldas a los alumnos, y estos detrás de él en dos filas: la
primera de un chico y una chica, y la segunda de tres chicas.
(6)
Para terminar con la clase, el profesor se
volteó para quedar de cara a sus alumnos e hizo que todos pasaran para
saludarlo con un choque de manos. Los alumnos que terminaban de saludarlo se
formaban a su costado en una fila y esperaban a los otros alumnos para saludarse.
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